jueves, 2 de junio de 2011

Millonaria por la cara

Querida prima, te mando esta carta para contarte todo lo mal que lo he pasado y lo mucho que he tenido que trabajar, dejandome la piel,para llegar a donde he llegado, millonaria. Espero que tengas tiempo y que no te aburras leyendo esta carta, pero he de decirte que es bastante larga.
Todo empezó una mañana de sábado. Me levanté, me vestí y salí corriendo al MacDonal.Era un día muy importante para mí, seguramente el dia más importante de mi vida, por lo cual no podía llegar tarde.Era mi primera entrevista de trabajo y tenía que intentar caer bien al que posiblemente sería mi jefe. Para ello pensé en comprar un detallito o algo que plasmara mi interés por obtener el puesto de trabajo, pero al final no compré nada por que me parecía que era de pelotas, bueno... en realidad por falta de tiempo.
Al final de tantos nervios y estrés, me acabaron dando el puesto de trabajo, bueno yo creo que me lo dieron por plasta más que nada. Me dijeron que el lunes empezaba y que tenía que estar puntualmente a las cinco en la caja para relevar a la Lore.
El lunes por la tarde salí de mi casa y llegué a trabajar. Ya llevaba diez clientes atendidos cuando derepente entró un chico de unos veinte años y pidió una hamburguesadoble, pero eso no es lo más raro, ya que la doble no la pide nadie porque todo el mundo tiene el conocimiento de que sabe a colchoneta vieja de gimnasio de colegio, sino que pagó con un billete de 500 euros y hasta ahora un MacDonal solo conocía los billetes de 10 euros y si eso los de 20 euros.
Cogió su pedido y se sentó apartado del mundo y parecía que era la primera vez que pasaba por uno de estos sitios, o como lo llaman los famosos "sitios de la working class".Yo sabía que era la primera vez que pasaba por aquí porque intentó mover los taburetes que estaban atornillados al suelo.
Me acerqué a él para conocerle con una excusa muy mala, preguntándole si quaría más ketchup, aunque todo el mundo sabe que nunca damos más de lo que viene con el menú por esta crisis tan grande en la que estamos metidos.
Entre una cosa y otra nos acabamos enamorando y pasados unos años saliendo me pidió que me casara con él.Aunque tu esto ya lo sabes porque asististe a la bado . Pero lo que tú no sabes es que es millonario, sí tia millonario. Se llama Paco García, sí ya me puedes llamar señora García, bueno... Señorita García que aún soy muy joven, en resumen, que tengo más pasta que el mismo rey.
Gracias al MacDonal he conseguido ser millonaria y aunque parezca publicidad ¡Amo al macDonald! ya que gracias a él he pasado de ser una simple cajera a una millonaria que está hasta la cocorota de dinero.

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